Las enfermedades cardiovasculares, de acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS), “son un conjunto de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos”, los que se pueden clasificar en: Hipertensión arterial (presión alta); Cardiopatía Coronaria (infarto de miocardio); Enfermedad Cerebrovascular (apoplejía); Enfermedad Vascular Periférica; Insuficiencia Cardíaca; Cardiopatía Reumática; Cardiopatía Congénita y Miocardiopatías.

A nivel mundial, más de 17 millones de personas murieron a causa de enfermedades cardiovasculares en el 2012, un 30% del total de las defunciones ocurridas en el mundo. Según estimaciones de la OMS, para el año 2030, casi 23,6 millones de personas perecerán por causa de alguna enfermedad cardiovascular.

En Chile en tanto, las cifras son muy elevadas, tratándose de la principal causa de muerte entre los chilenos durante la última década.

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, durante el 2002 fallecieron 22.453 personas por enfermedades del sistema circulatorio. Una década más tarde, la cifra se elevaba a 27.179, con más de 13 mil casos registrados en hombres y mujeres:

Consejos para prevenir

La OMS indica que “el 80% de los infartos de miocardio y de los Accidentes Vasculares Cerebrales (AVC) prematuros son prevenibles”, realizando cambios de hábito y controles personales. La alimentación, el ejercicio y abstenerse de fumar, son algunos de los principales consejos:

Dieta sana: siguiendo una dieta equilibrada, consumiendo abundante cantidad de frutas y verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado, legumbres, poca sal y azúcar. Se deben evitar las grasas saturadas y en cuanto al alcohol, éste debe consumirse con moderación.

Evitar el tabaco: Fumar daña gravemente la salud, incluso para aquellos fumadores pasivos. Este reduce la cantidad de oxígeno en la sangre y aumenta el riesgo de ataque cardiaco o cerebral.

Lo bueno es que el riesgo de infarto de miocardio y AVC empieza a disminuir inmediatamente después de dejar de consumir productos del tabaco y se puede reducir a la mitad en tan solo un año.

Actividad física: Se debe combatir al sedentarismo, fomentar el uso de bicicleta, caminar y/o trotar. Con 30 minutos diarios de actividad física, se ayuda a mantener el sistema cardiovascular en forma.

Controles: Es importante controlar la presión sanguínea, mantener el colesterol dentro de los rangos aceptables y el nivel de glucosa en la sangre.

Además, se aconseja evitar el estrés, dormir bien, y por supuesto, realizarse exámenes periódicos.

Es posible realizar controles preventivos tales como:

  • Tabaquismo: Aplicación del cuestionario 5 “As” (test de diagnóstico nivel de consumo)
  • Sobrepeso y obesidad: Medición de peso y talla (registro pondoestatural) y circunferencia de cintura
  • Hipertensión arterial: Medición de presión arterial
  • Diabetes Mellitus: Glicemia en ayunas
  • Dislipidemia: Colesterol total