Vacunarse es la primera medida preventiva para reducir el riesgo de enfermarse de influenza, pero hay hábitos nutricionales y de conducta fáciles de aplicar a nivel cotidiano que permiten prevenir el contagio.
Se trata de conductas y hábitos de higiene que reducen el contagio no solo de la influenza, sino de cualquier cuadro respiratorio en general.
Consejos para pasar un invierno sin problemas
- Vacunarse: Es la principal medida de protección frente a la influenza
- Lavado de manos frecuente: Con agua y jabón. También puede usarse alcohol gel.
- Usar pañuelos desechables.
- Limpieza de espacios de uso común.
- No automedicarse.
- No fumar en espacios cerrados.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel o con el antebrazo al toser y estornudar
- Buena nutrición: Alimentos que ayudan a fortalecer el sistema inmune como: arándanos, frutillas, moras, kiwis, naranjas, limones y pomelos.
- Verduras como: brócoli, kale, espinacas, repollo, ajo y cebolla.
- Almendras y champiñones.
- Hidratarse: Lo ideal es mantener el consumo de dos litros de líquido al día.
- Ventilar: Asear y airear, en especial en las mañanas espacios cerrados.
- Mascarillas: Su uso se remienda a personas que ya tienen influenza y que deben salir o estar en contacto con otros.
Zonas que concentran la mayor cantidad de virus
- Sala de clases: Escritorios.
- Oficina: Teclado de computador
- Baño: Manillas de puertas, llaves del lavamanos, dispensadores de papel higiénico.
Síntomas de la influenza
- Cefalea
- Congestión nasal
- Tos
- Dolor de garganta
- Dificultad respiratoria
- Dolores musculares intensos
- Diarrea o vómitos.