“Una llamada urgente por la transformación de nuestros sistemas alimentarios”
Cada año, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), celebra el día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre para conmemorar la fundación de la organización en 1945. Se organizan eventos en más de 150 países, lo que lo convierte en uno de los días más celebrados de las Naciones Unidas. Estos eventos promueven la toma de conciencia y de medidas en todo el mundo para aquellos que sufren hambre, y otras formas de malnutrición y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y una alimentación sana con hambre cero para todos es el objetivo.
El Día Mundial de la Alimentación (DMA) 2021 se celebra por segunda vez durante la pandemia de COVID-19. Esta ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestras sociedades: la alteración de los sistemas agroalimentarios y una recesión económica mundial, junto con el aumento de la inseguridad alimentaria y la desigualdad; pero también ha demostrado que es posible y necesario, seguir trabajando por una meta común: crear un futuro mejor para todos, uno más sostenible y equitativo para las generaciones presentes y futuras.
Y aunque alimentarnos es un acto cotidiano, pocas veces pensamos en la forma como han sido producidos esos alimentos que elegimos, quienes los han producido y cuántos recursos naturales, económicos o de mano de obra han sido necesarios para tomar el desayuno, nuestra cena o alguna de nuestras comidas durante el día.
Tampoco analizamos el impacto que tiene el desperdiciar nuestros alimentos. Por un lado, en un mundo en el que actualmente más de 811 millones de personas se encuentran en inseguridad alimentaria, la cifra admitida para el desperdicio debería ser cero, pero infortunadamente cerca del 34% de estos alimentos aptos para el consumo terminan en la basura.
Una de las formas más recomendadas es volver a lo propio, priorizar el consumo de alimentos que se producen en la región en la que habitamos, preservando la biodiversidad alimentaria, y a la vez que se promueve el consumo de alimentos frescos y la cultura gastronómica local de cada país.
Programa Educación y Promoción de la Salud